viernes, 6 de septiembre de 2013

Una cita friky


La interacción tradicional que implica la sociabilidad psicomorboafectiva, también conocida de manera más coloquial como flirtear, coquetear, intimar y demás “Ars”, siempre ha sido un misterio de todas las  épocas para los hombres y mujeres. Ahora tendrán que imaginar que este misterio tiene una nueva variable en la curiosa mente de este indómito ñoño, el cual se pregunta ¿Cómo es la cita prefecta entre acérrimos frikys?

Supongamos un inicio normal en el que un “el” se encuentra con una “ella” en una cita común, pero si somos coherentes con la conciencia friky esta parte no tendría que ser común, por tanto, se verían, pero, sin antes de una espera por parte del chico de entre 45 minutos a una hora y media, y no porque ella haya sido la más atenta en su estética personal, sino que sin duda, fue tan perezosa, tan distraída, o tan despreocupada, que espero en cama hasta tarde, luego perdió sus lentes “con los cuales ver hentai o jugar en PC hasta la noche es una misión imposible” y para que después considerara estar tan sobrada que un vistazo en face termino en todo un repaso en la vida de tus conocidos; el muchacho no estaba excento de hacer cualquiera de estas acciones, pero si es un friky, tal vez, lo más seguro es que esta oportunidad sea una de pocas, por tanto aun si esta cita está destinada al fracaso, se preocupara mínimamente en el tiempo.

Ellos ahora irán a comer, que podría ser un restaurante fino en una de las mejores zonas de la ciudad, pero en este instante “el” arruinara la imaginaria idea diciendo con ahincó y al mejor estilo de Darkar  -¡!QUIEEEEERO UNA HAMBURGUESA!!- , a lo cual ella, con risa burlona, accederá.

El pedirá una doble carne con todas las salsas, tamaño ballena y ella para no quedarse corta, ni mas faltaba y con el ánimo de exprimirle hasta el último centavo, pedirá lo mismo; seguidamente el abrirá sus fauces cual hipopótamo, para tratar de domar la bestia que acaba de ordenar, en lo cual parte de su rostro quedara manchado en una combinación poco agradable de grasa, carne, salsas de todo tipo y quien quita, uno que otro vestigio de saliva.

En este punto lo mas probable es que para una chica común su cita habrá perdido todo su encanto, en lo cual ella terminara muy diplomáticamente la cita, pero ahora recordamos que  no hablamos de una chica común y el ver el voraz mordisco en vez de producirle desazon, desagrado o desencanto, ha revivido en ella una sensación a reto, al cual responderá como toda una guerrera, y morderá ese pedazo de carne cual león africano, y en donde terminara con su boca en igual o peores condiciones a las de él, ambos reirán y continuaran la ridícula y nauseabunda escena por unos minutos más.

Ahora, la pareja no tendrá sensación de hambre y tradicionalmente irían a tomar unas copas en algún  bar, pero esta ya no tiene nada de tradicional, por lo cual la única opción razonable para estos frikys será ir a un establecimiento o centro comercial con videojuegos de toda calaña a precios considerables, en donde el como buen “caballero” pateara su trasero en Guitar Hero, Jockey de mesa o quizás motos, y donde  además, ella logre una revancha contundente en el buen y degradante “tapete”, y degradante porque para este punto el se habrá arriesgado a exponer su mal físico, su contundente golpe de ala y su poco agraciado suin; otra buena oportunidad para arruinar todo, pero en realidad otra razón para hallar una sonrisa.

Se ha hecho de noche y ha llegado la hora de poner la cereza final a este postre poco usual, pero no sin antes, nuestro hombre friky formule una pregunta totalmente necesaria, la pregunta que lo ha martirizado durante unas ultimas horas y de la cual necesita mucho valor para formular,  -¿me prestas para el transporte?-  una pregunta ahora obvia al analizar que como buen friky anda igual a vaciado, sin un peso y durante toda la cita a terminado con sus últimos ahorros, y por tanto es obvia responsabilidad de la chica que nuestro ñoño llegue vivo a su hogar, pero claro no sin que antes ella le gaste una bien merecida noche de sexo reconfortante; si eres hombre y esta ultima parte te la creíste, déjame decir ¡JA!, pero si por rarezas de la vida te ha pasado, déjame decir ¡Pobre chica!, en que diablos estaba pensando, o no pensando.


Esta para mi seria la cita friky perfecta, solo posible en nuestro terrenal plano, claro un sueño tal vez digno de uno de los peores guiones holliwodenses, pero una posibilidad ojala lograda por algún friky en alguna parte de nuestro minúsculo mundo; por ultimo solo me resta decir que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia y si eres un friky no intentes esto en tus futuras citas.

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