La interacción tradicional que implica la sociabilidad psicomorboafectiva, también conocida de manera más coloquial como flirtear,
coquetear, intimar y demás “Ars”, siempre ha sido un misterio de todas las épocas para los hombres y mujeres. Ahora
tendrán que imaginar que este misterio tiene una nueva variable en la curiosa
mente de este indómito ñoño, el cual se pregunta ¿Cómo es la cita prefecta
entre acérrimos frikys?
Supongamos un inicio normal en el que un “el” se encuentra
con una “ella” en una cita común, pero si somos coherentes con la conciencia
friky esta parte no tendría que ser común, por tanto, se verían, pero, sin
antes de una espera por parte del chico de entre 45 minutos a una hora y media,
y no porque ella haya sido la más atenta en su estética personal, sino que sin
duda, fue tan perezosa, tan distraída, o tan despreocupada, que espero en cama
hasta tarde, luego perdió sus lentes “con los cuales ver hentai o jugar en PC
hasta la noche es una misión imposible” y para que después considerara estar
tan sobrada que un vistazo en face termino en todo un repaso en la vida de tus
conocidos; el muchacho no estaba excento de hacer cualquiera de estas acciones,
pero si es un friky, tal vez, lo más seguro es que esta oportunidad sea una de
pocas, por tanto aun si esta cita está destinada al fracaso, se preocupara
mínimamente en el tiempo.
Ellos ahora irán a comer, que podría ser un restaurante fino
en una de las mejores zonas de la ciudad, pero en este instante “el” arruinara
la imaginaria idea diciendo con ahincó y al mejor estilo de Darkar -¡!QUIEEEEERO UNA HAMBURGUESA!!- , a lo cual
ella, con risa burlona, accederá.
El pedirá una doble carne con todas las salsas, tamaño
ballena y ella para no quedarse corta, ni mas faltaba y con el ánimo de
exprimirle hasta el último centavo, pedirá lo mismo; seguidamente el abrirá sus
fauces cual hipopótamo, para tratar de domar la bestia que acaba de ordenar, en
lo cual parte de su rostro quedara manchado en una combinación poco agradable
de grasa, carne, salsas de todo tipo y quien quita, uno que otro vestigio de
saliva.
En este punto lo mas probable es que para una chica común su
cita habrá perdido todo su encanto, en lo cual ella terminara muy
diplomáticamente la cita, pero ahora recordamos que no hablamos de una chica común y el ver el
voraz mordisco en vez de producirle desazon, desagrado o desencanto, ha
revivido en ella una sensación a reto, al cual responderá como toda una
guerrera, y morderá ese pedazo de carne cual león africano, y en donde terminara
con su boca en igual o peores condiciones a las de él, ambos reirán y
continuaran la ridícula y nauseabunda escena por unos minutos más.
Ahora, la pareja no tendrá sensación de hambre y
tradicionalmente irían a tomar unas copas en algún bar, pero esta ya no tiene nada de
tradicional, por lo cual la única opción razonable para estos frikys será ir a
un establecimiento o centro comercial con videojuegos de toda calaña a precios
considerables, en donde el como buen “caballero” pateara su trasero en Guitar
Hero, Jockey de mesa o quizás motos, y donde además, ella logre una revancha contundente en
el buen y degradante “tapete”, y degradante porque para este punto el se habrá
arriesgado a exponer su mal físico, su contundente golpe de ala y su poco agraciado
suin; otra buena oportunidad para arruinar todo, pero en realidad otra razón
para hallar una sonrisa.
Se ha hecho de noche y ha llegado la hora de poner la cereza
final a este postre poco usual, pero no sin antes, nuestro hombre friky formule
una pregunta totalmente necesaria, la pregunta que lo ha martirizado durante
unas ultimas horas y de la cual necesita mucho valor para formular, -¿me prestas para el transporte?- una pregunta ahora obvia al analizar que como
buen friky anda igual a vaciado, sin un peso y durante toda la cita a terminado
con sus últimos ahorros, y por tanto es obvia responsabilidad de la chica que
nuestro ñoño llegue vivo a su hogar, pero claro no sin que antes ella le gaste
una bien merecida noche de sexo reconfortante; si eres hombre y esta ultima
parte te la creíste, déjame decir ¡JA!, pero si por rarezas de la vida te ha
pasado, déjame decir ¡Pobre chica!, en que diablos estaba pensando, o no
pensando.
Esta para mi seria la cita friky perfecta, solo posible en
nuestro terrenal plano, claro un sueño tal vez digno de uno de los peores
guiones holliwodenses, pero una posibilidad ojala lograda por algún friky en
alguna parte de nuestro minúsculo mundo; por ultimo solo me resta decir que
cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia y si eres un friky no
intentes esto en tus futuras citas.
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